31.1.16

Todo es Energía.


    "Hemos estado completamente equivocados. A lo que llamamos materia es energía, cuya vibración ha sido reducida  hasta ser perceptible para los sentidos."
-Albert Einstein- 

Lo que crees que es sólido simplemente es una vibración a un rango que tus sentidos pueden percibir. 
Eres pura energía.
La energía no puede ser creada ni destruida... ¡Eres infinito!
El Universo entero está vivo.
Dios no creó el Universo, Dios se convirtió en el Universo.

"Tus ojos son los ojos con los que el Universo se mira a sí mismo para conocerse"
-Carl Sagan- 

24.1.16

Cómo funciona lo infinitamente pequeño: en 3 minutos.













A estas vibraciones que conforman los átomos se les llaman "cuerdas".

Estas cuerdas no solo ocupan las tres dimensiones del espacio y el tiempo que percibimos sino también ocupan otras dimensiones extras. 

Nosotros y todo lo que vemos estamos hecho de billones de billones de cuerdas que vibran, y estás existen además de en estas tres dimensiones y el tiempo que experimentamos, en otras dimensiones extras más.... lógicamente, nosotros, todo lo que vemos, existimos en otras dimensiones distintas al mismo tiempo, a las que experimentamos.

¿Cómo es posible esto? 

¿Por qué no vemos y experimentamos entonces las otras dimensiones en las que también existimos?: la clave de todo está en la CONCIENCIA. 



17.1.16

La Conciencia

La conciencia es definida por el diccionario como: "el conocimiento que un ser tiene de sí mismo y de su entorno"
Siempre se ha creído que la conciencia era simplemente el efecto producido en el cerebro por un proceso bioquímico. Pero es mucho más que eso.
Ahora ya se comienza a investigar científicamente su gran transcendencia.
En círculos científicos ya se reconoce que:
La conciencia humana enlaza con la dimensión de la física cuántica y no con la neurociencia.
La respuestas se encuentra en los nuevos conceptos de la teoría de supercuerdas y especialmente de la supersimetría.
Los procesos neurofisiológicos son consecuencias de una transdimensionalidad y no causa en sí misma de una estricta explicación anatómica, o química.
Raymond Tallis expuso en la Academia Británica que no podemos asumir de forma científica un reduccionismo de la conciencia humana a la simple actividad cerebral. En Aping Mankind expone los argumentos más contundentes hasta ahora vistos en la comunidad científica ortodoxa.
La dimensión mental es infinitamente más sofisticada que la mera actividad neuronal.

Definitivamente el ser humano es mucho más que un cerebro.



10.1.16

Lo que percibimos del Universo.


Para el ojo humano el Universo es tan solo visible dentro de esa franja de colores representada en el gráfico superior, una franja que va desde la frontera del ultravioleta a la frontera del infrarrojo. El espectro visible.
Por medio de la tecnología podemos detectar otros tipos de energías, de alta frecuencia como ultravioleta, rayos x, rayos gamma y rayos cósmicos. Por el otro lado del espectro son detectables mediante tecnología las energías de baja frecuencia que van desde los infrarrojos, microondas, ondas de radio hasta las frecuencias extremadamente bajas.
Pero atención! toda la materia capaz de ser detectada en todos esos rangos de frecuencia de emisión, que va desde los rayos cósmicos hasta la materia que emite frecuencias extremadamente bajas, tan solo representa al rededor del 5% del total de la materia del Universo.
El 95% de la materia restante es materia desconocida. No puede ser detectada, no se sabe de qué está hecha. Se ha llegado a la conclusión de que existen dos tipos de esta "materia" desconocida: la Materia Oscura que representa el 21%, de la que se deduce su existencia por la fuerza de gravedad que ejercen las galaxias sobre sí mismas y sobre las demás; y la denominada Energía Oscura que representaría el 74% restante, de la que se deduce su existencia por la expansión continúa y acelerada del Universo. 

En resumidas cuentas: de ese reducido 5% del Universo detectable, el ojo humano tan solo es capaz de percibir una pequeña parte.
A nuestros sentidos se les escapa un 95% de lo que existe.

3.1.16

Perspectiva desde otra dimensión.

Chihiro, desde que atravesara junto con sus padres la entrada a la estación abandonada, se sumerge en otra dimensión superior donde aparecen otros seres desconocidos para ella. Durante el viaje en tren, los humanos que viajan con ella son apreciados solo como figuras fantasmales, seres incorpóreos existentes en la dimensión tercera; la dimensión que ella dejó atrás, la dimensión donde estamos ubicados todos los humanos.
Ningún humano es capaz de verla a ella. Chihiro sí puede contemplar todo lo que existe desde una perspectiva distinta.

27.12.15

Otra explicación sobre la existencia en otras dimensiones: Carl Sagan



Carl Sagan nos explica cómo sería la existencia y el nivel de entendimiento de una criatura de dos dimensiones. Y un supuesto encuentro con otra criatura de tres dimensiones. 
Aunque nos cuenta que esa criatura es de dos dimensiones, en realidad debemos entenderla como, "una criatura cuyo nivel de conciencia está radicado en la segunda dimensión", es decir, que solo es capaz de captar con sus sentidos dos únicas dimensiones. Únicamente es capaz de verse y entenderse como una criatura de solo dos dimensiones viviendo en un mundo bidimensional. 
Porque en realidad toda criatura, todo lo existente, es multidimensional. Todos existimos a la vez en todas las dimensiones. 

20.12.15

Representación simbólica de las dimensiones según rangos de frecuencias.

La forma más habitual de representación del conjunto de dimensiones, dentro de las distintas teosofías, suele ser en forma piramidal. 
Aunque personalmente considero que su representación más acertada sería  la forma de una espiral cónica ascendente. 
En la pirámide, no obstante, se expresa perfectamente el concepto de Creación jerarquizada según el nivel de Conciencia, que ya hemos aclarado, va en consonancia con el nivel energético expresado dentro del espectro electromagnético. 
Así, la pirámide simbólica queda dividida en franjas horizontales de distintos colores en sucesión ascendente, hasta concluir en el vértice, que en este caso representa a la Conciencia Superior. 

La parte inferior representa a las conciencias conectadas a las energía de menor rango vibratorio. Sucesivamente quedan representadas las energías inmediatamente superior a las que se conectan sus respectivas conciencias -según su nivel-. Hasta concluir en la parte superior que representa a la Parte Perfecta de la Conciencia Total. 

Este es pues el camino ascendente que toda conciencia debe acometer, DESDE DONDE SURGIÓ en el momento de La Creación, hasta la cima de la pirámide.

Tal y como indican las diversas cosmogonías antiguas, antes de la Creación "el Espíritu de Dios" se hallaba en un estado de incertidumbre y desasosiego. 
Este estado era consecuencia de que existían todo tipo de energías y niveles de Conciencia mezclados, en estado de contradicción, enfrentados, desvinculados, sin principio ni final, sin propósito alguno...

Una vez dio comienzo La Creación acontecieron varios fenómenos de trascendental importancia: 
1º Las distintas energías se reubicaron clasificándose según su grado de vibración; por similitud cuántica. 
Unos tipos de energías según su frecuencia conformaron una determinada dimensión, y otros tipos de energías según su frecuencia conformaron otras dimensiones distintas. 
Así se estableció la estratificación energética según el grado vibratorio -representada por la pirámide-. 

2º La Conciencia Primigenia se disgregó simultáneamente para aposentarse sobre estos estratos de energías distribuidos en las muy diversas dimensiones. 

Esa infinidad de corpúsculos de conciencia, se redistribuyó igualmente, los menos elevados se revistieron de la energía de frecuencia vibratoria más baja. 
Los corpúsculos de conciencia más elevados se revistieron de la energía de frecuencia vibratoria más alta. 
Así, a lo largo de todo la escala representada en la pirámide por colores. 

Tan solo la Conciencia más evolucionada, la Conciencia Perfecta, no necesitó del revestimiento de ningún tipo de energías. Es Conciencia Pura. Es un solo Ente Perfecto que no se disgregó. Es la parte perfecta de la originaria Conciencia Primigenia. 
Es la Guía y la Inspiración para el resto de la infinidad de conciencias revestidas de energías que se aposentan en los estratos dimensionales por debajo de Ella. Es el vértice de la pirámide.
Es el final de camino
Es la meta de todo corpúsculo de conciencia inferior: la unión con la Conciencia Pura y Perfecta. 

Pero para ello, para alcanzar la Cima, toda conciencia debe elevarse, y toda energía debe convertirse en Conciencia, elevando su vibración mediante ENTROPÍA. Las dos al unísono. 

La Creación evoluciona en muchos frentes simultáneos, aunque desde nuestro punto de vista reconoceremos más claramente dos: a nivel energético (o material), y a nivel de conciencia (o espiritual)

A esta elevación se denomina proceso de Evolución. 
En un principio la evolución consistía en la transformación de la materia, la transmutación de las energías en formas cada vez más compleja: así aparecen los elementos químicos, la luz (fotones), las fuerzas fundamentales de la Naturaleza: gravedad, electromagnetismo, fuerza nuclear débil y fuerza nuclear fuerte y con ello... las estrellas, los planetas, las galaxias con todos sus fenómenos naturales; así evolucionarían las energías (o materia). 

Pero la evolución también debía establecerse como fenómeno natural en las infinidades de corpúsculos de conciencia, para que igualmente ascendieran, se perfeccionara, se elevaran. Para hacer posible que la infinidad de conciencias situadas en las distintas dimensiones igualmente puedan evolucionar, La Conciencia Perfecta (Dios o el Espíritu de Dios) creó un nuevo hito. 

Este nuevo hito consistía, a partir de entonce y hasta ahora, en un proceso natural donde cada corpúsculo de conciencia individual, con su propia personalidad separada, se revestiría de un conjunto de energías organizadas de tal forma que éstas fuesen capaces de autoreplicarse, absorver otras energías para nutrirse y relacionarse con el resto de los otros corpúsculos de conciencia individuales y semejantes en su naturaleza.  
Esto es lo que definimos como VIDA. Así evolucionarían las conciencias. 


13.12.15

Correspondencia entre cuerdas, frecuencias y dimensiones

Esta es una representación artística de cómo podrían ser las denominadas "cuerdas". Se trata de corpúsculos de energía que vibran a diferentes frecuencias. Según el tipo de frecuencias en las que vibran conformaran, en cantidades de billones, los distintos tipos de partículas subátomicas como los cuarks, los leptones y los bosones. Estos a su vez conforman los electrones, protones y neutrones, que dan forma a toda la materia conocida. 


Aquí aparecen representados algunos tipos de "cuerdas" según su frecuencia de vibración. Cada frecuencia estaría representada por una forma determinada y un color distinto, para simplemente diferenciarlos. 
De esta manera podremos representar a cada determinada banda de frecuencia de vibración con un color determinado.

Importante a tener en cuenta: 
No hay que confundir estos dos ámbitos distintos: espectro visible, y espectro completo, aun estando representados por los mismos colores.
Se representa con los mismos colores el espectro visible, y la totalidad del espectro. El primero es parte del segundo. 

Este tipo de representación responde en realidad a un fenómeno conocido y universal denominado: "estructura fractal". 

Entonces tenemos que dejar claro que TODA materia está compuesta, en su estado más simple, por billones de billones de cuerdas vibrantes. 
Esas cuerdas vibrantes, a pesar de lo que la Ciencia postula, vibran en todas las frecuencias posibles EN TODA MATERIA (*punto a aclarar). 
Es decir, TODO está conformado por cuerdas que vibran en toda la franja del espectro electromagnético conocido: desde 10 elevado a 2, hasta 10 elevado a 23, y espectro electromagnético desconocido
dimensiones inferiores, 10 elevado a -15, hasta 10 elevado a 2
dimensiones superiores10 elevado a 23, hasta 10 elevado a 72 hz. 

Si representamos a cada franja del espectro electromagnético completo (conocido y desconocido por la Ciencia) con un color distinto; es decir, si representamos toda la banda electromagnética en la que vibran TODA CUERDA que conforma la materia existente (conocida y desconocida), quedaría así: 
Vamos a asignar un color distinto a cada franja de frecuencia del espectro electromagnético, que corresponde pues a cada dimensión. Y cada dimensión viene determinada por el conjunto de CUERDAS QUE VIBRAN EN UNA MISMA FRECUENCIA.

Resumiendo: 
Toda materia están compuesta de cuerdas que vibran en todas las frecuencias. (*)

Cada conjunto de cuerdas de acuerdo a su frecuencia conforma una dimensión distinta. 

Por tanto, toda materia -incluido el Ser Humano- está constituida por billones de cuerdas que vibran en todas las dimensiones. (*)

Por tanto, existimos en todas las dimensiones (*)

(*) necesaria importante matización. 


6.12.15

La Conciencia Sintoniza "la realidad".

La ciencia postula que los componentes más pequeños de la materia, los quarks, se hallan en un estado de "existencia potencial". Hasta que una conciencia ejerza la acción de observarlos no comienzan a existir realmente.

Lo que la ciencia entiende como "momento de incertidumbre" en realidad se trata de: la múltiple existencia de los cuarks en todas las dimensiones a la vez. Los cuarks pasan a vibrar constantemente a diferentes frecuencias. Hay una determinada frecuencia que sí captamos; existen otras muchas frecuencias que escapan a nuestros sentidos. 
Cuando la ciencia asevera que, "una vez que una conciencia observa la materia cuántica ésta cobra existencia", lo que realmente está ocurriendo es un proceso de SINTONIZACIÓN de la realidad por parte de esa conciencia. 

Los cuarks vibran en todos los rangos de frecuencias. Nuestra conciencia solo capta las tres dimensiones de la realidad. Nuestra consciencia sintoniza solo los cuarks que vibran en la frecuencia que define a la tercera dimensión de la materia-energía. 
La Conciencia no crea la Realidad, sino que sintoniza una parte de la realidad, la que percibimos, la que vivimos y experimentamos.

La consciencia está circunscrita a un cuerpo físico que está constituido por órganos. La conciencia se conecta a la realidad por medio de los sentidos, los cuales el cerebro interpreta.
La Realidad total existe por sí misma en todas las dimensiones, pero la Conciencia imbuida en el cerebro queda limitada por este, queda limitada por nuestros escasos y deficientes sentidos, captando solo una leve parte de la realidad total. Solo percibimos a través de nuestros sentidos una restringida franja del espectro electromagnético en la que vibra la materia en su totalidad.

Toda materia es un conjunto de energías asociadas, y cuando se da esta asociación, aparece la Conciencia. 


29.11.15

La Creación es fractal

"Así como es arriba, es abajo; así como es abajo, es arriba"
Así viene señalado en la Kábala.

Existe una correspondencia de predisposición y de diseño entre las dimensiones superiores y las dimensiones inferiores. Igualmente existe esta correspondencia entre las subestructuras de las distintas dimensiones.Todo está diseñado de forma análoga. Todo funciona bajo los mismos principios.
Todo se interrelaciona a través de este diseño repetitivo retrotrayéndonos al Ser Superior, o Conciencia Perfecta.
Si La Creación misma está conformada por dimensiones -acordadas 10 de manera simbólica para entenderlas y explicarlas-, cada una de estas dimensiones está dividida a su vez en otras diez partes, o subdimensiones; y estas a su vez poseerá un número de divisiones semejantes.
La Creación pues, y todos sus Universos, se organizan en estructuras fractales interrelacionadas.

Primera: La pirámide representa a la estructura dimensional de La Creación completa.
En ella hemos establecido simbólicamente diez dimensiones. El vértice representa a la Conciencia Perfecta de la Creación, lugar hacia donde todo asciende a medida que evoluciona progresando a través de esa escala.
Pero cada una de estas escalas, está dividida a su vez en una nueva escala que representa, igualmente, los diferentes grados de evolución dentro de cada dimensión.

Esta misma pirámide simbólica representa perfectamente igual a las diez dimensiones de cualquier Universo contenido dentro de la Creación, incluido el nuestro. Por tanto, añadiré que la primera pirámide es la representación de nuestro universo.  

Segunda: La escala del centro está dividida así mismo en diez divisiones, a imagen y semejanza de la escala superior que la contiene. En este caso, esa subescala representa las divisiones evolutivas dentro de la 3º dimensión.
Cada una de las demás dimensiones podremos dividirlas a su vez en diez grados igualmente.

Tercera: Pero si nos centramos en la escala que representa a la tercera dimensión -tomada como ejemplo-, podríamos escoger una sola de esas subescalas, en este caso la de color verde oscuro o 6ª, para volverla a dividir en este caso y de manera simbólica en solo 7 (*) subdivisiones. 

El diseño fractal queda así reflejado.

(*) El motivo por el que la última subescala la he dividido solo en siete y no en diez, es para que se ajuste perfectamente a las descripciones simbólicas ya fijadas por las teosofías y filosofías establecidas y ampliamente conocidas. En este caso representan los siete chakras conocidos.


22.11.15

La razón de ser de Todo es LA CONCIENCIA.

La clave de todo es La Conciencia.
La Conciencia es el Todo.
La Conciencia es el Alma del Universo, es el Espíritu de lo Creado. Es el Ser mismo de Todo lo existente. Es el lugar de donde surge la Inteligencia, la Sabiduría, el Amor, las Leyes Universales... La Conciencia es el auténtico YO de la Creación.
La Conciencia es el Ente Supremo que existía antes de la Creación de los Universos (o Multiversos).

La Conciencia en su estado primigenio -antes de la Creación- existía en un estado de total incertidumbre, de mezcla, de desasosiego, de confusión y fusión, -tal y como se relatan en los mitos antiguos-. Esta incertidumbre preinicial consistía en una mezcla coexistente de todo tipo de energías, desde las energías más elevadas a las más burdas, todas entremezcladas que hacía la existencia de la Conciencia Primigenia confusa, oscura e incierta.

Según la Teogonía de Hesiodo: "Caos fue lo primero que existió". Caos es aquello que existe antes que los dioses y el resto de fuerzas elementales. 

Según el Génesis: "...reinaba el caos, y no había nada en ella. El abismo estaba sumido en la oscuridad, y el Espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas."


Para acabar con este estado de confusión y oscuridad, La Conciencia Primigenia formada por "energías" diversas y contrapuestas, DECIDIÓ disgregarse en una infinidad de corpúsculos de distintos rangos y nivel de vibración. 
Gracias a este proceso de disgregación llevado a cabo a través del fenómeno denominado Big bang o estallido inicial, y tras el fenómeno inflacionario, las energías pudieron separarse entre sí, liberándose de tal fusión, de tal confusión. 
Simultáneamente sobre esta infinidad de corpúsculos energéticos comenzó un proceso natural de "estratificación", de "clasificación", de reubicación en distintos "espacios-tiempos".
Las energías así congregadas en un determinado "espacio-tiempo" según su rango de frecuencia vibratorio conformaron lo que denominamos DIMENSIÓN.
Así que para cada rango de frecuencia determinado de energía se crea una dimensión distinta. 
El número de dimensiones existentes depende pues de la cantidad de "lugares" o "reubicaciones" en las que las distintas energías, según su frecuencia, se han congregado.

Determinar el número de dimensiones existentes es imposible debido a nuestra capacidad limitada de comprensión. De la misma manera, tampoco podríamos determinar con nuestra restringida capacidad de conocimientos dónde acaba una o dónde comienza otra. Ni siquiera es posible comprender su naturaleza misma. Así que para entendernos a partir de ahora, y hacer más comprensible cualquier explicación futura, acordaremos que existen -de manera simbólica- diez dimensiones. Cuando en realidad son muchas más. Acordamos pues un número intermedio de dimensiones entre lo teorizado por la Ciencia y lo expresado por las teosofías tradicionales.


Y todo este "plan cósmico" diseñado por La Conciencia Primigenia, es el motivo central por el que decidió disgregarse en una infinidad de corpúsculos de energía: HACER QUE TODA ENERGÍA DE RANGO VIBRATORIO INFERIOR TERMINE VIBRANDO EN EL RANGO DE FRECUENCIA SUPERIOR MEDIANTE ENTROPÍA.

15.11.15

La Conciencia es una esfera extracorpórea.

La Conciencia, muy al contrario de lo que se pueda creer, no es un concepto abstracto como lo es la esperanza, el amor o el odio. No se trata de algo inconcreto, que exista en nuestros más profundos pensamientos. No se trata de una idea insustancial. No es un estado mental.
La Conciencia en realidad, pese a no tratarse de algo inmaterial, tampoco es exactamente un conjunto de energías hasta ahora definidas y conocidas. La Conciencia, en realidad, no está hecha de cuarks que vibren al máximo rango de frecuencia posible. La auténtica naturaleza de la Conciencia transciende a ese tipo de energía conformada por partículas elementales. Es algo más elevado aun que la propia energía.
La Conciencia no está expuesta a las leyes universales de la Naturaleza, ni le afecta las fuerzas fundamentales: gravedad, fuerzas nucleares y electromagnetismo. Sin embargo es algo real.

La Conciencia, como Única Entidad Consciente del Todo, se puede definir como una Singularidad-Potencialidad Generadora. Se trata de un potencialidad inefable creadora de todo lo existente. Es una Inteligencia. La Entidad Universal. 

Por otra parte, La Conciencia, como unidades disgregadas, dispersas, clasificadas y reubicadas en una infinidad de formas y existencias, podría definirse como la generadora de vida. Es la que crea a los seres como individualidades con capacidad de existencia propia y diferenciada.
Así, esta porción de Conciencia que habita tu cuerpo, es tu propio YO. Eres tú mismo/a. Es tu verdadera esencia que no puede desaparecer. Es tu auténtica persona, al margen del cuerpo físico.

Y tal como digo, La Conciencia, es algo real. Es una sustancia inefable, concreta pero no mensurable que se manifiesta con la forma de una esfera de "energía" del tamaño de un puño. Ésta está localizada concretamente fuera de nuestro cuerpo físico, como a un palmo sobre nuestra cabeza.
Esta esfera de "energía" se conecta a nuestro cuerpo desde la coronilla hasta el cerebro, y de ahí se extiende hacia la espina dorsal. Se halla pues perfectamente conectada al sistema nervioso central, y por extensión al sistema nervioso periférico, y a todo el cuerpo.

El cuerpo físico no es más que un conjunto de energías (cuarks) de la que se reviste la Conciencia (Tú YO verdadero) para experimentar la realidad (esta tercera dimensión).


8.11.15

Cómo se distribuye la Energía: materia bariónica, materia oscura y energía oscura.


Todo lo existente vibra en todas las frecuencias posibles
Lo que podemos observar y medir solo representa el 5% del total.
No podemos ni observar ni medir el 95% restante. 
Ese 95% restante representa a la "materia" -energías- que vibra en rangos distintos al de estas tres dimensiones que experimentamos: alto, ancho y largo.

El 20% representa a la parte de la materia o energía que vibra en rangos inferiores a las tres dimensiones.
El 75% representa a la parte de la materia o energía que vibra en rangos superiores a las tres dimensiones que experimentamos.

EN CONCLUSIÓN
Todos  vibramos, en todo momento, en todos los rangos de frecuencias posibles.

Todas nuestras partículas subatómicas que nos conforman, están vibrando en todas las frecuencias posibles a la vez.

Cada rango de frecuencia representa o define una dimensión distinta

El espectro visible, junto con las energías que podemos percibir tecnológicamente, son observables porque están inscritas y vibran en las tres dimensiones, es la materia bariónica: situada en la  Tercera Dimensión. 

El espectro correspondiente a la materia oscura no es observable porque la energía que la compone vibra en las dimensiones inferiores a la que experimentamos: es pues la energía que vibra en dos dimensiones, más la energía que vibra en una sola dimensión.

El espectro correspondiente a la energía oscura no es observable porque las energías que la compone vibra en cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez dimensiones. Mientras que nosotros solo captamos las energías que vibran en un rango de frecuencia de tres dimensiones.  

Aunque todos estamos existiendo a la vez en todos los rangos de frecuencias distintos, solo captamos las energía inscritas en un rango de tres dimensiones porque nuestra consciencia está conectada a un cerebro-mente físico (de tres dimensiones), y este cerebro a su vez está conectado a los sentidos naturales: vista, oído, olfato, gusto, tacto... que es la única manera de interpretar "esta realidad"; una realidad reducida. 

La cantidad de energía oscura y materia oscura existente, depende pues del punto de vista relativo de nuestra Conciencia. Depende de la perspectiva que poseamos dentro de nuestro Universo.
Como nuestra conciencia está situada en la tercera dimensión, todo lo existente con menor grado de vibración al nuestro, por tanto imperceptible, lo denominamos, Materia Oscura. Y todo lo existente con mayor grado de vibración a nuestra materia, y por tanto imperceptible, la denominamos, Energía Oscura. 

Desde el punto de vista de un determinado ser por ejemplo, situado en la dimensión sexta, la materia oscura estaría formada por todo tipo de energías que conforma el Universo cuya vibración está por debajo de sí mismo, para él imperceptible. Mientras que la energía oscura correspondería a todo lo existente que vibra por encima de su propio rango vibratorio, también imperceptible para él. 

3.11.15

Indentificación y Definición de las Dimensiones

Ya las distintas filosofías antiguas han puesto nombre a los diferentes niveles de conciencia; así como las teosofías más o menos actuales han retomado dichas acepciones, o las han reinterpretado  para redefinirlas.
Igualmente aquí retomo la forma de denominar estas escalas de conciencia universales, y si bien en algunos casos coinciden con la manera tradicional de mencionarlas, también hago un cierto ejercicio de originalidad al renombrar a algunas de ellas de una manera que creo se ajusta mejor a mi forma de entenderla.

De esta manera quedan expresadas las distintas dimensiones que componen la Creación misma; y por extensión sus fractales, que son los distintos universos; como no, incluido el nuestro.
La característica principal que define como conjunto coherente a todos los seres correspondientes a cada una de las dimensiones, radica en que estos seres pueden agruparse y definirse como "semejantes" entre sí, porque sintonizan una misma Realidad, pues poseen unos sentidos análogos; y por tanto se reconocen como coetáneos, coexistentes.

Dimensión Elemental (o de los elementos) _  Comprende una sola dimensión de la Totalidad. Corresponde a las diferentes naturalezas de la materia, que las tradiciones siempre han agrupado en: tierra, agua, aire y fuego. Hoy en día los reconocemos como elementos químicos, y todas las estructuras que ellos conforman que no poseen vida. En este sentido no existen las individualidades sino la masa extensa.
A nuestro modo de entender, aquí la conciencia no se asienta, no habita, pues la conciencia allá donde se aposenta activa la vida. Pero en realidad, en esta dimensión inferior se da un cierto tipo de existencia de conciencia aunque en estado latente, en modo de potencia; se trata de una conciencia dormida, no activa. Es un tipo de conciencia que aún no se ha conectado plenamente a la realidad elemental.

Dimensión Primaria (de inicio)_ Aquí las distintas conciencias sintonizan dos dimensiones de la Totalidad. Corresponde a las distintas especies vegetales conocidas y desconocidas. Aquí se inicia la existencia de los corpúsculos de conciencia como individualidades, como seres únicos y separados. 
A partir de esta dimensión las distintas conciencias primarias habitan las estructuras energéticas complejas (cuerpos vegetales) insuflándoles la vida. Las conciencias así, inician la conexión de pleno con la Realidad que habitan; una realidad primaria.
Igualmente, atendiendo al diseño fractal, estos seres individuales se diferencian en grados o escalas dependiendo del tipo de cuerpo vegetal que cada conciencia habite. De este modo las conciencias más primitivas de la dimensión primaria, habitan las formas vegetales más simples: hongos, líquenes, algas... Y las conciencias más elevadas dentro de esta dimensión, habitan o se revisten de cuerpos vegetales más complejos: como pueden ser los árboles, por ejemplo.

Dimensión Bariónica (materia visible)_ Los seres conscientes sintonizan tres dimensiones de las Totalidad. Este nivel de escala dimensional corresponde a las distintas especies animales, conocidas y desconocidas. Los distintos corpúsculos de conciencia individuales se clasifican en distintos grados o escalas dependiendo del tipo de cuerpo animal que habite. Esta escala parte desde las formas animales más simples: los invertebrados... hasta la escalas evolutivas más complejas, los mamíferos superiores... y de ahí hasta el Ser Humano, que en nuestro mundo ocupa la cúspide de esta escala evolutiva de consciencias revestidas de cuerpos animales.
Dentro de la dimensión bariónica igualmente se incluyen a todos los seres inteligentes superiores evolutivamente al Ser Humano que aún desconocemos. Así como otros seres distintos al Ser Humano pero con una evolución de conciencia similar.
Cuando hablé sobre la imposibilidad de establecer fronteras en cada dimensión, o definir sus límites... aquí se da un claro ejemplo: dentro de la dimensión bariónica, o de los animales, el ser humano (animal evolucionado) sintoniza las tres dimensiones como el resto de los animales de su entorno, pero además comienza a sintonizar parte del parámetro correspondiente a la siguiente dimensión, la cuarta. Esa parte del cuarto parámetro dimensional, como ya dije, lo denominamos "tiempo". De alguna manera el Ser Humano comienza a sintonizar la cuarta dimensión.

Dimensión Etérica_ Los seres aquí radicados sintonizan cuatro dimensiones de la Totalidad. Corresponde a las conciencias que habitan ciertos conjuntos de energías organizadas en forma compleja (cuerpos etéricos), y que concuerdan con el nivel energético del cuerpo que habita, nivel vibratorio. Existen numerosos tipos de seres en una escala evolutiva propia dentro de esta dimensión, que va desde los seres etéricos más simples, a los seres etéricos más evolucionados.

Dimensión Astral_ Los seres habitantes de esta realidad sintonizan cinco dimensiones de la TotalidadIgualmente, dentro de esta quinta dimensión existe una escala de tipos de seres según su grado de conciencia, habitando de este modo formas de energías organizadas y complejas (cuerpo) de acuerdo con este nivel. 

Dimensión Dévica_ Estas conciencias que habitan o se revisten de energías complejas cuya vibración se eleva por encima de las anteriores, sintonizan seis dimensiones de la Totalidad. También existe una subescala dentro de esta dimensión, definida por el nivel de conciencia de estos seres. Las conciencias menos evolucionadas habitan cuerpos energéticos de cierta frecuencia vibratoria típica de la sexta dimensión, las conciencias menos evolucionadas habitan cuerpos energéticos de una mayor frecuencia vibratoria típica de esta dimensión.

Dimensión Búdhica_ Estas conciencias sintonizan siete dimensiones de la Totalidad. Existen así mismo una subescala dentro de esta dimensión según el grado de evolución de estos seres, revestidos de energías superiores a las dévicas. 

Dimensión Átmica_ Estas conciencias sintonizan ocho dimensiones de la Totalidad, con sus correspondientes subescalas de niveles de conciencia según su evolución. 
Podría no obstante afirmar que a partir de aquí, estas escalas comienzan a ser más reducidas, aunque podríamos dividirlas así mismo en diez, pues se trata de una cantidad simbólica. Lo que realmente comienza a ser distinto en esta octava dimensión, es que empieza a reducirse el número de "especies" o tipos de seres, o sus variedades. 
La pirámide simbólica se va estrechando hacia su parte de superior; este es el significado.  
Dimensión Prakáshica_ Estas conciencias sintonizan nueve dimensiones de la Realidad. En esta dimensión también existe una subescalas de seres según su nivel de conciencia, revestidas de cuerpos energéticos de vibración correspondiente a la novena dimensión. Esta escala evolutiva es aun más reducida que en la dimensión átmica. 

Dimensión Samádhica_ Es la última dimensión donde las conciencias habitan diferentes formas de energías complejas y estructuradas (cuerpos energéticos elevados). Son las formas de conciencias más elevadas que se revisten de energías. Estás energías que sirven como revestimiento son las de rango vibratorio más elevado que puedan existir. 
En la dimensión samádhica las subescalas son mínimas, pues el nivel evolutivo de todos los seres que la habitan es muy similar. Estos seres están potencialmente en situación de unirse de manera inminente con la Conciencia Superior, habiendo llegado ya a la Meta Final de la evolución espiritual o de la Conciencia. 

A este proceso de unión definitivo con el Espíritu Superior, es a lo que la cultura hindú denomina: Moksha. (unión con Dios).

Conciencia Superior_ (Nirvana, Espíritu Santo, Espíritu de Dios...). Aunque la defina como la última dimensión, en realidad no se trata de una dimensión en sí, no es comparable con ninguna de las escalas anteriores. 
La principal diferencia con respecto a las demás es que, esta "dimensión" no está habitada por un conjunto de seres revestidos de un determinado tipo de "cuerpo" conformado por energías de alta o baja vibración. 
La Conciencia Superior, es un Único Ser consciente y perfecto. 
Es un Único Ser que existía desde el mismo momento de La Creación, en la que se desprende de Aquel Espíritu Primigenio y heterogéneo. 
El Espíritu Superior se hace más grande y completo a medida que las conciencias samádhicas comienzan a unirse a Él de forma plena. Las conciencias samádhicas así dejan pues de existir como individualidades que se revisten de energías para poder experimentar la realidad de dimensión décima. Experimentan el proceso del Moksha. 
La Conciencia Superior no se reviste pues de ningún tipo de energía; es en realidad la "Energía" Primordial de donde parte Todo
La Conciencia Superior existe por sí misma, y no necesita de un soporte vital como si ocurre con los seres que habitan las demás dimensiones. 
La Conciencia Superior o Espíritu de Dios, como parte perfecta, es de donde emana toda la vida, la inteligencia, la sabiduría, el amor, las leyes de la naturaleza... es la Guía y la Inspiración para el resto de las demás conciencias, desde las situadas en la dimensión más baja, hasta las situadas en las dimensiones superiores. 
Es la Meta Final de toda conciencia existente, porque de ella partió y a ella debe regresar ya perfeccionada. 

29.10.15

La Ventana de Percepción.

Existe una multiplicidad de seres distintos en cada una de las dimensiones que conforman la Totalidad de lo Creado. Dentro de cada una de estas dimensiones se repite una subescala o esfera donde se sitúan estos seres según el nivel evolutivo de conciencia. Se puede afirmar que los seres existentes en la Totalidad de lo creado es una infinidad incalculable.

Desde nuestro punto de vista humano, la vida la reconocemos solo en la tercera dimensión, "lugar" donde coexistimos con nuestros semejantes, y nos podemos relacionar con ellos. Aquí la vida la reconocemos como "conciencias que habitan cuerpos energéticos que vibran en tres dimensiones". Conciencia, más Energía (cuerpo), es igual a Ser Individual.
Pero el concepto de vida es mucho más amplio y variado de lo que podamos imaginar. Todas las demás formas de existencias que no podemos reconocer porque se nos escapa a los sentidos, son igualmente formas de vida; aunque en otro estado, en otro modo. Esas otras formas de vida, o de existencias, habitan las dimensiones distintas a la nuestra, desde las más bajas: la elemental y la primaria, a las más elevadas: que comprende desde la cuarta a la décima dimensión. Todas están plenas de vida, de seres conscientes que coexisten y se relacionan entre sí, dentro de su dimensión específica.

Entonces, ¿por qué sí podemos percibir con los sentidos a los seres que se circunscriben dentro de las dimensiones inferiores, la elemental (minerales) y primaria (vegetales), aun perteneciendo a otras dimensiones distinta a la nuestra (tercera o bariónica), y no podemos percibir a los seres que habitan las dimensiones superiores a la nuestra?

En realidad, cada dimensión viene definida no solo por la frecuencia en la que vibran los cuerpos energéticos, sino también, y muy principalmente, por la sintonización que realiza la conciencia que existe en conjunción con ese cuerpo energético. 

Para poderlo explicar hay que entender el concepto de "ventana de percepción".
Queda claro que percibimos nuestro entorno de tres dimensiones gracias a nuestros sentidos: vista, oído, tacto, gusto... y podemos captarlo porque nuestra conciencia sintoniza con todo lo que vibra a una frecuencia determinada, en nuestro caso, a una frecuencia de 10 elevado a 2, hasta 10 elevado a 23 hercios utilizando la tecnología. Con nuestros sentidos naturales esta escala de frecuencia queda reducida a menos aún.
Nuestra conciencia sintoniza pues un determinado rango de frecuencia: la tercera dimensión.
Pero nuestra conciencia capta las tres dimensiones como una totalidad, es decir, no capta una sola dimensión por separado, o dos dimensiones por separado. Aunque pueda reconocer como concepto la idea de una o dos dimensiones, en la Realidad que sintonizamos no percibimos las tres dimensiones por separado, sino como un todo.
Lo mismo ocurre con el resto de seres que habitan las diferentes dimensiones. Estos seres no perciben las distintas dimensiones por separado, sino todas a la vez como conjunto dependiendo de qué dimensión se trate.

Desde abajo a arriba, teóricamente las conciencias latentes que habitan la dimensión primera o primaria, la más baja, solo percibirían una sola dimensión de la Realidad Total porque están sintonizadas con los rangos de frecuencias más bajos, los que comprenden desde los 10 elevado a menos 15, hasta los 10 elevados a menos 8 hercios. 
Pero eso sí, toda la materia circunscrita en la primera dimensión además vibra en el resto de frecuencias existentes, en todas, desde las más bajas ya mencionadas hasta las más elevadas.
En resumen, todo cuerpo material perteneciente a la primera dimensión, está compuesto por energía subatómica que vibra en todas las frecuencias posibles, desde las más bajas a las más elevadas posibles.

De esta forma podemos afirmar que, toda conciencia inscrita en la primera dimensión posee un revestimiento energético (cuerpo mineral) compuesto de partículas subatómicas que vibran en una serie sucesiva y simultánea de frecuencias que comprende: la frecuencia elemental (la cual sintoniza), la primaria, la bariónica, la etérica, la astral, la dévica, la búdhica, la átmica, la prakáshica, la samádica, hasta que finalmente se conecta con la Conciencia Superior.

Toda conciencia inscrita en la segunda dimensión posee un revestimiento energético (cuerpo vegetal) compuesto de partículas subatómicas que vibran en una serie sucesiva y simultánea de frecuencias que comprende: la frecuencia primaria (la cual sintoniza), la bariónica, la etérica, la astral, la dévica, la búdhica, la átmica, la prakáshica, la samádica, hasta que finalmente se encuentra conectada por la Conciencia Superior.

Toda conciencia inscrita en la tercera dimensión posee un revestimiento energético (cuerpo animal) compuesto de partículas subatómicas que vibran en una serie sucesiva y simultánea de frecuencias que comprende: la frecuencia bariónica (la cual sintoniza), la etérica, la astral, la dévica, la búdhica, la átmica, la prakáshica, la samádica, hasta que finalmente se encuentra conectada por la Conciencia Superior.

Es en este punto, donde podemos explicar por fin, a qué me refería en anteriores entradas del blog cuando advertía sobre "una necesaria e importante matización"
Y se trata de ésta: como habéis podido comprobar, a medida que ascendemos por la escala dimensionales, cada cuerpo compuesto de partículas subatómicas deja de vibrar en las frecuencias que corresponden a las dimensiones inferiores así mismo. 
Esto es, las partículas subatómicas que conforman los cuerpos circunscritos a la dimensión primaria (vegetal), ya no vibran en las frecuencias correspondientes a los cuerpos energéticos de la dimensión elemental (minerales).
Las partículas subatómicas que conforman los cuerpos circunscritos en la dimensión bariónica (animal), dejan de vibrar a las frecuencias correspondientes a las dimensiones primaria (vegetal) y elemental (mineral).
Y así sucede sucesivamente a todos los seres de las dimensiones superiores.

¿A qué se debe esto? Pues sencillamente al fenómeno que antes definí como de "entropía". La Ley mediante la cual, la Conciencia Superior establece la posibilidad de hacer elevar a las energías más bajas a frecuencias inmediatamente superior a éstas. 

Esto es posible gracias a que los corpúsculos de conciencias diseminados por todas las dimensiones según su nivel evolutivo, se revisten de la energía según el grado de frecuencia vibratorio análogo que le corresponda, entonces, la misión de estas conciencias es la de conseguir elevar la frecuencia de esas energías de las que se revisten (cuerpo).
Pues la Finalidad de la Creación es la de elevar a todas las formas de energías conectadas a las distintas conciencias según su rango, mediante entropía, hasta conseguir que vibren en el máximo nivel posible; hasta hacer que toda energía y toda conciencia se transmute a Conciencia Superior.

Así se colige que, toda conciencia inscrita en la cuarta dimensión posee un revestimiento energético (cuerpo etérico) compuesto de partículas subatómicas que vibran en una serie sucesiva y simultánea de frecuencias que comprende: la frecuencia etérica (la cual sintoniza), la astral, la dévica, la búdhica, la átmica, la prakáshica, la samádica, hasta que finalmente se encuentra conectada por la Conciencia Superior.

Que toda conciencia inscrita en la quinta dimensión posee un revestimiento energético (cuerpo astral) compuesto de partículas subatómicas que vibran en una serie sucesiva y simultánea de frecuencias que comprende: la frecuencia astral (la cual sintoniza), la dévica, la búdhica, la átmica, la prakáshica, la samádica, hasta que finalmente se encuentra conectada por la Conciencia Superior.

Que toda conciencia inscrita en la sexta dimensión posee un revestimiento energético (cuerpo dévico) compuesto de partículas subatómicas que vibran en una serie sucesiva y simultánea de frecuencias que comprende: la frecuencia dévica (la cual sintoniza), la búdhica, la átmica, la prakáshica, la samádica, hasta que finalmente se encuentra conectada por la Conciencia Superior.

Y así sucesivamente en todas las dimensiones...
La conciencia pues sintoniza con el cuerpo energético de menor frecuencia vibratoria de entre todas las frecuencias en las que vibran las partículas subátomicas de las que se reviste. 

Ahora sí podemos entender por qué no percibimos a los seres que habitan las dimensiones superiores (seres etéricos, astrales, dévicos... ), y por el contrario, si podemos percibir a los seres que habitan las dimensiones inferiores (seres elementales -minerales- y seres primarios -vegetales-).

Nosotros, como seres bariónicos que percibimos la Realidad en tres dimensiones, -porque nuestra conciencia está sintonizada únicamente con esta frecuencia-, captamos solo los cuerpos conformados por partículas subatómicas que vibran en tres dimensiones; estos es, percibimos los niveles vibratorios de tercera dimensión pertenecientes a los seres de dimensión elemental y a los seres de dimensión primaria.
Los cuerpos energéticos de los seres que habitan las dimensiones superiores han dejado de vibrar a la frecuencia correspondiente a la tercera, segunda y primera dimensión. Por lo tanto, no son perceptibles para nosotros.

Para un ser cuya conciencia sintoniza con la dimensión átmica, es decir, que percibe, experimenta y vive la Realidad en ocho dimensiones, solo percibe a los seres que posean, entre otros cuerpos, el cuerpo energético cuya vibración está dentro de la frecuencia átmica (8ª). Tan solo pueden captarlos como seres átmicos. Solo perciben su cuerpo energético átmico.
Por tanto, esta conciencia solo percibirá a los seres que se encuentren por debajo de su escala de conciencia evolutiva, pues todos ellos vibran además de entre otras frecuencias, en la frecuencia de la octava dimensión; estos son: los seres elementales, primarios, bariónicos, etéricos, astrales, dévicos y búdhicos. 
Aunque solo percibirá de estos seres inferiores sus respectivos cuerpos energéticos que vibran a la frecuencia de la dimensión octava o átmica. 
Todo lo que perciben los seres átmicos es un entorno natural formado por energías átmicas, y poblado por seres con cuerpos átmicos, pero de evoluciones igual o inferiores a las suyas propias.

En consonancia, nosotros, como seres bariónicos, percibimos solo la franja del espectro que vibra en una frecuenica de tres dimensiones, del conjunto de los seres que también vibran en una y dos dimensiones a la vez: los minerales y los vegetales. Finalmente los captamos en un entorno tridimensional, que percibimos poblado de seres con cuerpos tridimensionales, pero que contemplamos y comprendemos que parte de ellos son evolutivamente inferiores a nosotros: los minerales y los vegetales, a pesar de pertenecer a dimensiones inferiores de conciencia. 

11.10.15

La finalidad de la Creación.

La finalidad de La Creación es contagiar a todas las formas de vibración inferior, de la vibración más elevada, mediante la acción ENTRÓPICA.

La finalidad de La Creación es transmutar en su totalidad toda energía existente, en energía cuyo rango de frecuencia sea el más elevado posible. 

Ese segmento de energía cuya vibración es el más elevado posible es a lo que llamamos Conciencia Superior. 
La finalidad de La Creación es pues convertir toda energía existente en Conciencia Pura

Para tal fin La Creación, en su inicio, se auto convierte en Universos distintos y heterogéneos donde dispersar, separar y redistribuir los distintos tipos de energías existentes según su rango de frecuencia vibratoria. Se auto convierte en multitud de universo; en el Multiverso. 

Las tradiciones antiguas hablan del comienzo de la Creación como un momento en el que existía el Caos. Todo estaba mezclado, oscuro y confuso. Entonces "Dios decide" dar comienzo a La Creación. 

La ciencia nos explica que el Universo comenzó con el Big Bang, un estallido inicial seguido de un proceso inflacionario por el que la materia se distribuyó por todo el Universo. 
La materia se distribuye por el Universo como consecuencia de ese estallido creativo inicial, consecuentemente se distribuyen y organizan todas las energías que son inherentes a la materia. Por tanto, quedan estratificados todos los rangos vibratorios de energías que conforma la materia, dando lugar a todas las dimensiones existentes.

Tal como indico en el encabezamiento del blog, "las mitologías antiguas trataron de explicarnos con metáforas lo que la ciencia comienza ahora a desvelarnos"

Y esto es lo que la mitología hindú ya nos hablaba hace miles de años...
Según ésta: La Creación del Universo tuvo lugar a partir del remanente de un gigantesco dios primordial llamado Púrusha (varón). 

Según el budismo: el Universo emanó a partir de un huevo cósmico. Del huevo nació Prayapati que más tarde se identificó con Brahma. 

En los Puranás se presentan varios procesos de creación. 
En un rincón del infinito universo espiritual existe un "océano de causa material". Allí está acostada la más grande de las formas de Vishnú. De su cuerpo emanan los universos. En su ombligo se forma un lago, y sobre ese lago nace una flor de loto. Cuando la flor se abre, de ella nace el dios Brahma (un universo). 
Brahma crea todo el universo con todos sus astros visibles e invisibles, los dioses y otros seres. 

Pero además, estas mitologías antiguas nos ofrecen una cronología tan extensa que supera la propia edad del Universo. 

El hinduismo divide el tiempo en grandes eras o yugas. Hay cuatro yugas de distinta duración. Un ciclo completo de estos cuatro yugas suponen 4.320.000 años. 
Un Kalpa son 1.000 yugas, que supone 4.320 millones de años. Y así discurre el tiempo en el Universo eternamente. 
Para el tiempo de existencia de este Universo (o Brahma) se contabiliza que un día de Brahma son dos kalpas, uno corresponde al día y otro a la noche, que suman en total 8.640 millones de años. Y Brahma vive 100 años cada uno de 365 días, que corresponde al ciclo de vida del Universo, donde este vuelve a desaparecer, para más adelante volver a renacer. 
Nuestro Universo Brahma tiene ya una antiguedad de 50 años, es decir, ha nacido por 50 veces. 

Simbólicamente o no, los periodos de tiempo expresados por estos mitos sagrados nos explican una extensión de él muy superior a la que la ciencia teoriza sobre la edad de nuestro Universo. 
¿No será entonces que no solo nos hablan de la edad de nuestro universo, nacido y renacido por 50 veces, sino que también hacen un cómputo de la existencia del Todo, de toda La Creación misma? 

Según las últimas teorías científicas sobre la existencia de múltiples universos, relativas a los distintos argumentos como la teoría M, surgida a partir de la teoría de cuerdas, el Multiverso, o la totalidad de los universos, surgieron de una "singularidad", una especie de punto cero de densidad infinita que se expandió por medio de un fenómeno de inflación; una vez expandido crea una trama de "objetos" llamados p-branas (de membranas) donde "P" denota su dimensionalidad. También se sugiere que el big bang de nuestro universo fue producido por la colisión de dos de estas membranas, brotando nuestro Universo. 

Queda clara pues la similitud entre la teoría M de la mecánica cuántica sobre la aparición del Universo, y la mitología hindú-budista. A ambas añado mis ideas deducidas aportando un más completo argumento...

En el principio existía La Conciencia Primigenia como entidad absoluta y única, el Vishnú hindú, en un estado de incertidumbre. Esta singularidad inicial como punto cero de densidad infinita, decide estallar y dividirse en una infinidad de corpúsculos de conciencia, a la vez que crea la energía en sus distintas frecuencias, dándose el fenómeno de la Inflación. De esta manera puede comenzar a desligarse de ese estado de incertidumbre.
Vishnú, o la Conciencia Primigenia, crea así una trama de energías asentadas en distintas dimensiones o branas (membranas) superpuestas. Cada membrana o brana posee un determinado número de dimensiones. 
Entonces Vishnú, o la Conciencia Superior (no denominada Conciencia Primigenia pues ya se ha dividido en una infinidad de conciencias) comienza a crear diferentes universos por medio de sus branas. Cada vez que dos branas chocan, se produce el fenómeno denominado Big Bang apareciendo un universo (Brahma) del ombligo de Vishnú. Las branas chocan una y otra vez, creando universos constantemente, como flores de loto, constituyéndose así el Multiverso: muchos universos existentes a la vez. 
Este proceso continúa aún ahora mismo; los universos se siguen creando; a la vez, los primeros universos creados tras un periodo de tiempo (kalpas) de existencia, han vuelto a ser reabsorbidos mediante un "big cruch", para volver a nacer nuevamente mediante un futuro "big Bang". 
Así, nuestro Universo ha sufrido este proceso de Big Bang y Big Crunch durante 49 veces, ahora estamos en el ciclo número 50. 

Este es el método de perfección de los universos, en Toda La Creación. Esta es la forma en que los universos evolucionan. 
Toda conciencia y toda energía (ser) que lo conforman deben perfeccionarse, deben evolucionar hasta sublimarse para llegar a la Meta Final: formar parte de la Conciencia Superior. 

Para que toda conciencia pueda sublimar toda la energía contenida en un universo, no es suficiente un solo ciclo de existencia de cualquier universo. Por ello se establecen los ciclos de naceres y renaceres. "Semejante a los latidos del corazón de Brahma", o "como su periodo de sueño y de vigilia día tras día".
Todos estos ciclos concluirán cuando toda conciencia existente evolucione, y haga evolucionar a toda la energía existente hasta llegar a la Meta Final, la unión definitiva (moksha) con la Conciencia Superior o Perfecta.

En este preciso instante, ahora mismo, existen multitud de universos más antiguos al nuestro. Sus niveles evolutivos son superiores; la distribución de sus dimensiones pues, son distintas. En algunos de ellos, los primeros en surgir, ya no existe la materia formada por partículas subatómicas con baja frecuencia de vibración, sino solo materia-energía constituidas por cuerdas de alta frecuencia. Se trata de universos evolucionados donde solo existen las dimensiones más elevadas. Se trata de universos donde las leyes naturales son distintas. 
Este es pues  el camino  de todo universo, incluido el nuestro. 
De la misma forma existen otra multitud de universos más jóvenes que el nuestro, por tanto el nivel de sus dimensiones son menos evolucionados. Estos contienen más materia-energía de baja frecuencia que la existente en nuestro Universo. Deben pasar pues por más ciclos de existencias; de nareceres y renaceres: más ciclos de big bang-big cruch. 

Pero todos los universos que conforman el Multiverso tienen un punto en común: la Meta Final o la unión con la Conciencia Perfecta, hasta llegar a transformarse todo lo existente en todos los universos, toda la energía contenida y las conciencias, en Una Única Conciencia Cósmica Perfecta y Eterna.